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Por qué la documentación es clave en la producción de smolts en RAS

Siri Tømmerås.

AKVA Group detalló su enfoque en documentación técnica, I+D y optimización de sistemas RAS para mejorar el bienestar de los peces y el desempeño operativo.

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En el marco del Seminario Internacional “RAS Chile y el Mundo”, realizado recientemente en Puerto Montt y centrado en los avances y desafíos de la producción acuícola en sistemas de recirculación, Siri Tømmerås, directora comercial de AKVA group Land Based, presentó la charla titulada “Documentación y optimización para asegurar la buena salud de los peces en la producción de smolts”. En su exposición, la ejecutiva puso el acento en la necesidad de respaldar el crecimiento de la producción terrestre con información técnica robusta, señalando que la documentación es un pilar clave para mejorar el bienestar de los peces, optimizar el desempeño de los sistemas y acompañar la evolución regulatoria de la industria.

Durante su presentación, Tømmerås contextualizó el rol de AKVA Group dentro de la acuicultura global, destacando que se trata del mayor proveedor técnico para la industria a nivel mundial. En el ámbito específico de los sistemas RAS, señaló que la compañía ha entregado más de 150 sistemas en los últimos 20 años, lo que les ha permitido acumular una experiencia operacional significativa en distintas geografías. Sin embargo, reconoció que durante muchos años el énfasis estuvo puesto en que los sistemas funcionaran correctamente, sin necesariamente contar con documentación técnica estructurada. “Teníamos muchos sistemas operando muy bien, pero no teníamos documentación; y decir que algo funciona bien no es documentación”, afirmó.

A partir de ese diagnóstico, la ejecutiva explicó que la compañía inició un proceso interno orientado a recopilar, ordenar y generar información técnica validada sobre el desempeño real de sus sistemas. “Lo primero que necesitábamos era entender dónde estábamos, y para eso teníamos que reunir toda la documentación disponible, pero ahí vino la decepción, porque prácticamente no existía”, relató. Este escenario llevó a AKVA Group a priorizar una estrategia enfocada en lo que Tømmerås denominó “fixing the basics”, es decir, corregir y optimizar los fundamentos operacionales antes de avanzar en desarrollos más complejos o proyectos de mayor sofisticación tecnológica.

En esa línea, Tømmerås subrayó que la documentación no solo es relevante para la mejora interna de los sistemas, sino que también cumple un rol estratégico en la relación con los clientes y con los entes reguladores. Según explicó, los productores demandan cada vez más contratos con desempeño garantizado, algo que resulta inviable sin datos confiables que respalden lo que se está ofreciendo. “No puedes dar una garantía sin saber exactamente qué estás entregando”, señaló, agregando que la industria necesita “poner ciencia detrás de los sistemas” para demostrar que estas soluciones son positivas para los peces y sostenibles para el negocio.

Soluciones específicas

Otro aspecto abordado fue el crecimiento progresivo del tamaño de los peces y de las instalaciones en tierra, un fenómeno que, según la profesional, no puede resolverse simplemente extrapolando diseños existentes. “El pez en tierra es cada vez más grande, y las instalaciones también, pero eso no significa que solo haya que hacer todo un poco más grande”, advirtió. En ese sentido, recalcó la importancia de diseñar soluciones específicas para cada escala productiva, ya que errores de dimensionamiento pueden afectar directamente el rendimiento del sistema y comprometer la salud de los peces.

Para avanzar en este proceso de documentación y optimización, AKVA Group conformó un equipo de investigación y desarrollo especializado, además de realizar visitas técnicas y muestreos en terreno en distintas instalaciones productivas alrededor del mundo. Paralelamente, la compañía desarrolló un laboratorio con sistemas a escala piloto, complementado con análisis de química húmeda y modelaciones CFD. Tømmerås explicó que, si bien muchas variables de calidad de agua no son escalables en laboratorio, este enfoque permitió generar información clave directamente en condiciones reales de operación.

Dentro de los proyectos específicos abordados, la ejecutiva destacó el trabajo realizado en torno al uso de ozono en sistemas RAS, una tecnología ampliamente utilizada para mejorar la calidad del agua, pero que requiere un manejo extremadamente riguroso. “Me encanta el ozono, te da un agua limpia y cristalina, pero si no sabes lo que estás haciendo, puede matar a los peces, puede matarte a ti y también dañar el medio ambiente”, advirtió, enfatizando la necesidad de protocolos operacionales claros, medidas de seguridad adecuadas y un diseño técnico correcto del sistema.

En ese contexto, Siri explicó que la empresa ajustó su enfoque de monitoreo, dejando de centrarse exclusivamente en sensores de ozono disuelto. “No es el ozono lo que realmente necesitas medir, es el potencial que crea”, sostuvo, aclarando que el parámetro crítico es el potencial de oxidación-reducción (ORP). A partir de esta conclusión, AKVA Group optó por utilizar sensores ORP como herramienta principal de control, lo que permitió un manejo más preciso y seguro de los procesos asociados a la oxidación, la oxigenación y el bienestar de los peces.

Proceso clave

Otro eje relevante fue la desgasificación de CO₂, proceso clave pero altamente demandante en términos de espacio, costos de infraestructura y consumo energético. Tømmerås detalló que la compañía desarrolló un desgasificador de CO₂ a escala piloto, validado posteriormente en instalaciones comerciales, aprovechando que esta tecnología escala solo en dos dimensiones. A partir de ensayos con distintas concentraciones de CO₂, pH, alcalinidad, HRT y salinidad, lograron optimizar el dimensionamiento y evitar sobre diseños, una situación frecuente en la industria.

Finalmente, la ejecutiva abordó desafíos críticos como la gestión de lodos y el control de la geosmina, compuesto responsable del sabor a tierra en peces cultivados en sistemas terrestres. “La geosmina no se soluciona solo en la purga final; debe gestionarse desde hatchery hasta smolt”, afirmó, explicando que ello requiere mayor disponibilidad de agua, buenas prácticas de limpieza, control bacteriano y herramientas como ozono o carbón activado. Con un equipo de diez profesionales en I+D, la mitad con grado de doctor, AKVA Group proyecta seguir fortaleciendo la optimización y documentación de soluciones RAS.